La Cautiva
En libros y escritos sobre esta zona y aledaños, que han realizado prestigiosos y reconocidos historiadores tras haber leído e investigado, no hay indicios que en La Cautiva existieran asentamientos indígenas, lo que no significa que en sus frecuentes incursiones, estos podrían haberse aproximado a estos campos para luego regresar a sus tolderías, las más cercanas ubicadas hacia el sur de esta población, sobre las costas del Río Quinto.
Por tradición oral se ha dicho que donde estaban ubicados los bretes del ferrocarril había un cementerio de indios, se llegó a establecer que era un lugar donde se enterraban los cristianos fallecidos, hasta la construcción del actual cementerio. Cabe acotar que en algunos campos también existían lugares que eran utilizados para tal fin.
Dice la leyenda que una mujer blanca, tomada como rehén o cautiva por los indígenas, huyó montada a caballo con la sola compañía de las estrellas y la guía del animal, recorrió estas llanuras atravesando médanos y cañadones, cruzando vados y arroyos. En el límite de su fuerza, exhausta y totalmente agotada, después de incontables jornadas llegó a los bañados y lagunas al oeste de la Población. Alimentaba su cuerpo con raíces y plantas del lugar. Casi al borde de la demencia, y en estado inhumano, troperos de paso advirtieron la presencia de la mujer. Por este episodio, el lugar comenzó a llamarse “La Perdida”. Posteriormente los propietarios de estas tierras dieron a sus campos el nombre “La Cautiva”. Así se llamó la Estancia y así fue el nombre del Pueblo.
Previa a la organización definitiva del pueblo en 1911, existió un poblamiento informal que se registraba en torno a la estancia La Cautiva y la estación del ferrocarril, así un informe del Anuario Kraft para el año 1910, nos ilustra sobre una incipiente población y sus actividades.
Señala el informe: La Cautiva, Departamento Rio Cuarto, Pedanía del Departamento Rio Cuarto y estación de ese nombre del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, sobre la línea de Retiro a Villa Mercedes, entre las estaciones General Levalle y Soler y una altura de 194 metros sobre el nivel del mar, cuenta con las siguientes autoridades: Comisaría, Oficina de Correos y Telégrafos del Ferrocarril. Comisario Pedáneo: Saturnino Peralta; Jefe de Correos y Telégrafos y también Jefe de Estación: Horacio D. Salas (nota: antes de la instalación del correo propiamente dicho, el ferrocarril prestaba el servicio. No se menciona pueblo, pero hay chacareros y estancieros, había una interesante población rural sobre los que indicaba el censo de 1895). Continúa el informe: Chacareros: menciona a las siguientes personas: Juan Abad, Santiago Bercello, Guillermo Cané, Miguel Perotti, Juan Picca, Antonio y Juan Toselli. Establecimientos de ganadería: Engelbert Hardt y Cía., propietarios de la Estancia La Cautiva, Ambrosio Olmos dueño del Campo “Potreros” y “San Sebastián” y José E. Uriburu de “El Mataco” (nota: este informe de Kraft nos da los campos que después quedarían alrededor del pueblo. Ambrosio Olmos fue Gobernador de Córdoba).
El 29 de marzo de 1910 en la ciudad de Buenos Aires, ante el escribano Alberto Pombo, en folio 701 del registro Nº 3, escritura 263 Dn. Hermann Kruger, en representación de la Sociedad Engelbert Hardt y Cía., vendió a Gorgonio De Miguel, Lázaro Nieto, Lucas Nieto e Hipólito Gil, las suertes 70, 71 y 72, Serie A del Departamento Río Cuarto. La escritura de dominio fue protocolizada en Córdoba en la Escribanía del Dr. Feliciano Peralta, en fecha 28 de Abril de 1910. Los nuevos propietarios serán los encargados de iniciar la colonización y formación del pueblo La Cautiva. Para ello iniciaron los trámites ante el Superior Gobierno de Córdoba para acogerse a los beneficios de la Ley de Colonias, sancionada el 16 de octubre de 1896.
Los propietarios de las tierras denominadas “La Cautiva”, ya nombrados, encomendaron para la realización de los trámites al Dr. Telasco Castellanos, quién tenía domicilio en la ciudad de Córdoba, para lo cual, el 28 de noviembre de 1910, en nota dirigida al Ministro de Hacienda, Colonias y Obras Públicas, expresa “que según el Poder que acompaña y por el mandato de los propietarios, que se mencionan anteriormente, deseando incorporar al comercio y prosperidad de la Provincia de Córdoba dichas tierras, entregándolas a la labor en una forma de fácil adquisición para el pequeño capital, representados por agricultores extranjeros y nacionales, solicitando a las autoridades respectivas se les acuerde los beneficios de la Ley, asumiendo las obligaciones y cargas que la misma estableciera”. Señala después: “el pueblo llevara el nombre de “La Cautiva” y se presentaron los títulos adquisitivos de la propiedad, un plano de mensura, efectuado por orden del gobierno, de las suertes 70, 71 y 72 Serie A, cuatro planos en tela, dos con el trazado general de la Colonia, que especificaban la traza y división de los lotes rurales, y dos con el trazado del Pueblo con las especificaciones de los terrenos que se donaban al gobierno”.
En parte del expediente se detallan las características de la población a formar, señalando que: “la Villa, ubicada en la parte Sud de la Colonia, se compone de 50 manzanas, separadas entre sí por calles de 16 metros de ancho, exceptuando la de circunvalación y dos que unen la plaza principal con la Estación de Ferrocarril, que tienen 20 metros. Las manzanas tienen 100 metros en sus costados, excepto las manzanas 8, 9 y 10, cuyas formas y dimensiones se especifican en el plano respectivo. Se agregan al Pueblo 68 lotes de quintas, con las dimensiones y calles que se indican. La parte que propone donar al Gobierno la forman las manzanas Nº 41, la mitad Norte de la Nº 43, la quinta Nº 102 para Cementerio, las Manzanas 25 y 30 para Plazas y un lote de 35 metros por 50 metros con frente a la Plaza principal, en cada una de las Manzanas Nº 15, 24, 35 y 26”.
La solicitud presentada, tuvo la aprobación de los respectivos organismos de la Provincia de Córdoba y se anotó al Folio Nº 308 del Libro de Colonias de la Provincia de Córdoba, de fecha 12 de Enero de 1911.
En consecuencia se puede establecer que la localidad de La Cautiva fue creada el día 12 de Enero de 1911.
Fragmentos extraídos del Libro: “La Cautiva, 100 Años de Historia”, escrito por Carlos Ángel Rodríguez.